No hay palabras,
no hay gritos,
no hay canciones
que igualen la grandeza
de una madre.
Salte de alegría cada hijo,
cada hija a su abrazo,
palpitendebalegria
corazones mientras
recorrenel tortuoso
caminode la vida.
Su amor y protección
son escudos
Que destruyen los dardos
hirientes
Y destruyen su veneno.
No hay riqueza,
no hay tesoros
que igualen el valor
de una Madre...
Una madre, día y noche,
cuida de su manada,
omo una leona cuida
sus cachorros
de los depredadores
que abundan en su entorno.
Una madre es la luz
que ilumina siempre
el camino de su prole,
ella es semejante a una Fuente
de aguas cristalinas
que alimenta y sostiene
el árbol de la vida
mojando sus raíces,
mientras recibe la caricia
lumínica del sol
Para realizar el dulce
milagro de la fotosíntesis,
mientras miles de insectos
y criaturas minúsculas
viven bajo su techo.
Una madre es la energía
eterna del amor
con su cordón umbilical
da vida a sus renuevos.
Es un cosmos de amor
que sostiene la vida...
Sus notas de su canto
viajan por los caminos
y su voz sempiterna
alimenta el monólogo
de todos sus renuevos
al igual que la Tierra
reconoce las voces
de todas sus criaturas...
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