Se ha quedado
dormido profundamente
Sobre su costado derecho.
Los rubios
cabellos caen sobre su hermosa frente
El aire suave de
la noche refresca su lecho
Se siente liviano
y de repente
Su corazón quiere
saltar del pecho
Las cadenas no le
pesan dentro del sueño,
Son livianas. Las
cadenas con que lo ataron los dioses a la roca
Y el águila que
comía su entrañas ya no existe.
Mira y observa cuidadosamente; los eslabones
están sueltos.
Heracles, su
libertador fue producto de su mente mortal.
Han quedado atrás
sus sentimientos de culpa
Y de rebeldía. Ya está seguro de sí mismo
Ahora está seguro
de de su propia fuerza y de sus dotes
“He vivido alienado, pensó. Cuando creí que los dioses
Tienen todo el
poder en sus manos, y deben vivir,
Mientras nosotros
morimos”.
Yo que creía ser un semidiós, inmortal, un
titán _ Y solo soy humano_
Y creía ser el
símbolo de la victoria.
Pero ahora sé que
soy el símbolo de la derrota.
Ahora sé que el
fuego es mío, lo tengo, me pertenece,
No es necesario que lo robe. Si pude robar el fuego
a los dioses
Es porque son humanos y son débiles; ellos son
débiles.
En mi ceguera no
entendí que el fuego puede hacerse
Hay diversas maneras para obtener el fuego, Por
lo cual no era necesario
Que yo robara el
fuego para proteger del frío a los hombres,
Solo yo debo escoger cual fuego es la más útil
en un momento dado
Ahora sé que el
miedo me hizo creer que debía pelear con los dioses por mi ego
Y que les robé el fuego para quemar mis
miedos,
Solo tenía miedo
de mis propios fracasos…
“Si me temen no
son dioses”
_ pensó Prometeo
dentro del sueño_
“Si me temen no
son inmortales”, pensó.
El temor los ha
bajado de su pedestal
Los ha
paralizado.
El fuego está
dentro de mí
Y me pertenece,
suspiró.
Un aura suave lo
despertó, el alba surgía esplendorosa
Sobre los bellos
montes del Cáucaso. Se dirigió al centro de la hermosa
Ciudad de Atenas.
Con cuidado se acercó a la multitud que
Se aprestaba para
la marcha de protesta en contra de las medidas
De austeridad
económica del año 2012,
Dictadas por los gobernantes de turno y
decididamente
Se sumó a la
vanguardia de la manifestación.
“Si me temen no
son dioses.
Si me temen, no
son inmortales.
El fuego está
dentro de mí
Y me pertenece”…
Un gran fuego interior
se expandió por todo el planeta tierra.
Cada mortal era dueño de
Su propio fuego.
“Si nos temen, No
son dioses.
Si nos temen, No
son inmortales… “
No hay comentarios.:
Publicar un comentario